Tarantino es el nuevo Kubrick

Mi nuevo artículo para Vozpópuli, más cine y política, sobre Los odiosos 8. Invitados especiales: Carpenter, Hawks, Ford, Peckinpah, Kubrick, Shakespeare, John Locke, Thomas Hobbes, Lincoln.

Con una estructura sinfónica, dividida la película en seis movimientos, Tarantino se asemeja a Shostakovich en su habilidad para pasar del Adagio más transido al Allegretto juguetón culminando en un Allegro triunfal o un parsimonioso Andante.  Durante tres horas de intenso visionado, en el que Tarantino trata de sacarnos de la pantalla con impactantes chorreones de sangre, no debemos perder de vista, si no queremos aburrirnos con su ritmo candencioso en ocasiones, que el visionado cinematográfico como la lectura de los grandes textos exige de un espectador inteligente, que se haya sacado, como Homer Simpson, el lápiz del cerebro.  Si no está dispuesto a pensar en el cine porque se trata de un entretenimiento banal, vaya a ver la última de The Fast and the Furious, Michael Bay o pidan consejo a Carlos Boyero.